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Anat es una mujer entusiasta, resolutiva e inteligente. Siempre sabe qué decir y tiene buenos consejos para todos incluso cuando no se los pides. Es feliz comunicando y la mirada le brilla cuando lo hace; comunica desde el corazón

Anat se define como una mujer enamorada de su profesión, que busca un camino nuevo en un país diferente. Además, destaca su gran pasión por los libros y encuentra, en las actividades manuales, un momento de relajación y de conexión con sus sentimientos.

A lo largo de su vida, ha recorrido diferentes países y profesiones que le han permitido vivir experiencias únicas, hasta llegar a Alemania, ciudad por la que dejó su vida en Zaragoza el pasado mes de octubre, por amor. 

Alemania es, además, la oportunidad de perderse por la belleza de la Selva Negra y disfrutar de nuevas tradiciones culturales que descubre con entusiasmo. 

Escuchando la descripción de todo el camino que ha recorrido, cabe destacar su capacidad de aprendizaje para hablar tantos idiomas. Desde pequeñita estudió inglés y francés en su colegio, pero además ha probado otros idiomas como italiano, búlgaro, catalán o alemán, que ahora es el idioma que más usa en su día a día. 

Cuando le preguntamos a Anat por el momento en que había decidido apostar por este camino del emprendimiento su respuesta fue clara: “Yo era muy feliz siendo profesora. Si yo hubiera seguido en España no hubiera emprendido ahora, seguramente en el tiempo habría hecho cosas porque ya había hecho correcciones editoriales y de novelas, pero seguramente, habría esperado”. 

La ocasión se presentó ante ella y ahora está redescubriendo otra forma de vivir desde el emprendimiento, intentando unir todas las cosas que le gustan en una sola empresa. 

Anat no decidió emprender porque no le gustase su trabajo, sino porque así puede optar a una situación vital diferente y apostó por ella. Para que, si en algún momento se le presenta una ocasión que la obligue a hacer las maletas de un día para otro, ella pueda coger su portátil y volar, sin tener que parar de trabajar. 

Hoy, Anat compagina sus días como emprendedora con su pasión por leer y escribir. Confiesa que si tuviera que elegir no sabría por cuál decantarse porque ambos son imprescindibles en su cotidianidad. La escritura le sirve como terapia para quitar mucho barro de su cabeza y leer le da paz interior. Puede pasarse horas y horas leyendo porque, cuando una lectura le engancha, se mete de lleno en las hojas del libro. 

Como curiosidad, nos cuenta, que cuando era una bookcrosser activa, participaba en retos de lectura conjunta  y  llegó a leer 180 libros en un año.

Como buena lectora cuenta con un amplio abanico de vocabulario y siente una gran debilidad por las palabras nuevas con las que se cruza, así que intenta incorporarlas en su día a día.  

Cuando le preguntamos qué es para ella La Increíble Sensación de Venirse Arriba, Anat responde: “Es ese momento en el que todos tus miedos están callados, ese momento en el que, da igual lo grande que es tu sueño, ves clarísimo el camino hasta ahí, y que además está iluminado y es esa sensación que te embarga de seguridad y tranquilidad de verlo claro, sin sentimientos, sin rabia. Solo estás tú con tu objetivo y con tu camino y es la sensación que afortunadamente he sentido ya un par de veces desde que empecé este camino del emprendimiento, que es maravillosa y es una gozada compartirla con amigas. Es ese momento en el que sabes que estás en el camino y en el punto perfecto”. 

Sin duda, una definición que todos deberíamos poder sentir en algún momento y que no deja indiferente a nadie. 

Cristina Alonso